Si ha sido un domingo de acción, no había manera de tranquilizar o consolar a Lucas, no se que le pasara últimamente esta muy irritable, cualquier cosa le hace llorar, quiere estar todo el tiempo en brazos, y no cualquiera, sino los de su madre.
No nos ha querido comer bien (cosa que a mi me desespera mucho), de nada lloraba, se medianamente tranquilizaba si lo dejábamos en el suelo a su bola, de un lado a otro de la casa, estando los dos por la casa persiguiéndolo y vigilándolo para que no se hiciera daño.
De verdad que estos días cuando se pone así es agotador, quedamos Ruth y yo molidos en la noche. ademas de todo le han estado picando los mosquitos y lo tienen acribillado, pobrecito.
Bueno a descansar que mañana empieza una nueva semana. que duermas bien chiquito.